30 de noviembre de 2011

Emilio Duró: «Hay que cambiar la cultura del placer por la cultura del esfuerzo»

A continuación transcribimos la publicación aparecida en http://www.elnortedecastilla.es
Más de cien personas se quedaron con las ganas de asistir a la tercera conferencia del ciclo organizado por la Federación Empresarial y SegurSegovia. El interés por escuchar al economista Emilio Duró y sus mensajes de optimismo motivó un lleno total de la Sala Caja Segovia y una larga cola desde muchos minutos antes en la calle Bajada del Carmen. Directivo de empresas nacionales e internacionales, asesor de compañías como Adolfo Domínguez, en la actualidad el economista nacido en Lérida trabaja como consultor para muchas sociedades, aunque afirma sin ambages que está «medio jubilado». Disfrutar el momento es una de las claves para «desdramatizar un poco la vida» que aportó Duró en su ponencia, partiendo de que «vivimos mejor que nunca y con pesimismo o tristeza no vamos a ningún lado».
Durante su ponencia sobre el coeficiente de optimismo, Emilio Duró mantuvo vivo el interés de una audiencia entregada que asentía con risas a sus sencillas y rotundas afirmaciones, fruto de su observación del éxito durante veinte años. «Mensajes negativos tenemos todos los días, y hay dos alternativas; una suicidarnos, que por lo que yo sé sirve para poco, y otra ver cómo salimos de esto». Lo que hay que hacer ante las crisis es ver las cosas en positivo, explicó, porque la realidad es que hay gente en el paro «y hay mucha gente que trabaja».
Con una sucesión de ejemplos extraídos de su propia vida, referencias a su familia y cuestiones que, aun siendo obvias, no se suelen tener en cuenta, Duró fue desgranando su mensaje de optimismo. «Si mi abuelo, mi bisabuelo o mi padre pudiesen vivir como yo vivo, si tuviesen dos platos de comida y postre como yo tengo, serían los más felices del mundo».
Incluso reconociendo que estamos en medio de una crisis, señaló que «hay que ver cómo salimos» en vez de continuar con una visión negativa de las circunstancias. Pero, aunque aseguró que él no es quién «para dar consejos a nadie», consideró que «en un minuto las cosas no se pueden solucionar y si buscamos soluciones a la crisis hay que tener en cuenta que, igual que no se puede aprender inglés en una semana, las soluciones hay que buscarlas a medio y largo plazo. Poniendo esfuerzo, cariño, ilusión y horas de trabajo se puede llegar a hablar inglés, y lo que no hay que esperar es que las cosas sean fáciles».
El cambio individual
«Mi padre decía que el dinero fácil es el más difícil del mundo de ganar. A ver si cambiamos la cultura del placer por la cultura del esfuerzo, y no como algo negativo», añadió Duró, porque «se ha puesto de moda que el abandonarse da placer, y eso es mentira, lo que da placer es luchar por algo. Cuando lo consigues, ha valido la pena».
Por eso, destacó, «lo que tenemos que hacer es disfrutar de lo que tenemos». Y para impulsar cambios, indicó Duró, una de las claves está en nosotros mismos. «Yo no tengo inteligencia para cambiar grandes grupos, pero si cambio mi entorno cambiará mi vida, yo no puedo hacer felices a todos, pero si hago feliz a mi mujer, a mis hijos, habré hecho algo por la sociedad o por la vida. Quizá lo que tenemos que hacer es cambiar el diálogo, ver en qué podemos cambiar».
Empezar a querernos
A juicio de Duró, no hay que dramatizar y sí relativizar las cosas, enfrentar los problemas para solucionarlos y quizá hacer «un cambio de lenguaje». En la sociedad actual, donde han cobrado auge dolencias como la depresión y la ansiedad, comentó, «igual debemos empezar a querernos». Y también escapar de las personas que nos aportan una visión negativa de las cosas, aquellos a quienes todo les parece mal, y reconocer nuestros propios errores. No obstante, reconoció que la situación es difícil: «Si yo tuviera 43 años y dos hijos y estuviera en el paro, también estaría asustado».

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